Para elaborar de forma eficaz un comentario de texto, hay que tener en cuenta una serie de normas y unos pasos fundamentales para desarrollarlo.
1. NORMAS ORIENTADORAS
Los dos errores más corrientes cuando se hace por primera vez comentarios de textos es convertirlos en una paráfrasis o en un pretexto, es decir, repetir con otras palabras lo que ya dice el texto o hablar de otra cosa que tiene poco que ver con el texto.
Un tercer error es entretenerse excesivamente en la comprensión del texto, de modo que esa tarea agote todo el contenido del comentario. Eso sucede cuando, por ejemplo, empezamos a analizar el vocabulario, la obra del autor o autora, el contexto (social, cultural....), los posibles temas relacionados con el tema planteado por el texto...
El objetivo fundamental de un comentario es intentar establecer un diálogo con el autor o autora del texto, y ese es, en definitiva, el objetivo de cualquier lectura. Y obedece, además al hecho de que el pensamiento en general es un constante diálogo con otros interlocutores y con uno mismo como lector. A veces, el texto escrito puede hacernos pensar que no es posible el diálogo pues el autor o autora no están presentes. Hay que insistir en potenciar el sentido dialógico de la lectura.
Una persona (en este caso, el autor o la autora del texto) nos dice algo sobre un tema; eso provoca en nosotros y nosotras un cierto interés que nos lleva a plantearnos alguna pregunta nueva, o quizá simplemente hace que estemos de acuerdo o en desacuerdo con ese punto de vista. Aclarar esa pregunta, plantear otras nuevas, argumentar el grado de acuerdo o desacuerdo, añadir nuevos datos o enfoques sobre ese tema..., esas son las actividades que constituyen propiamente un comentario de texto. Dialogar con el texto es, por consiguiente, tanto el punto de partida como el punto de llagada de un comentario de texto; la comprensión de este es algo que se va produciendo a lo largo del diálogo. Y ese diálogo está encaminado a una apropiación personal y significativa del texto: un texto deja de ser propiedad de su autor y pasa a serlo de quien lo lee y, por leerlo, lo interpreta y se lo apropia.
2. PASOS PARA ELABORAR UN COMENTARIO DE TEXTO.
Los pasos que permiten elaborar un comentario de texto son los siguientes:
2.1. Comprensión del texto. El primer paso para comentar un texto es asegurarse de que se ha entendido lo que en él se dice. La comprensión, sin embargo, no tiene por qué ser completa y perfecta en un primer momento. Basta con que inicialmente podamos saber de qué va el texto, qué tema está abordando y cómo lo resuelve el autor o autora. Es bastante posible que al final del comentario hayamos alcanzado una comprensión mejor que la que teníamos al principio.
Aunque la comprensión nunca es definitiva y admite algunas variantes según quién esté leyendo, debemos hacer un esfuerzo por ser lo más objetivos posibles: el autor o autora dice lo que dice y no otras cosas, y hay que ser respetuosos con eso que ahí está dicho. No se debe distorsionar el sentido de fondo del texto ni tampoco la estructura o el modo en que el autor defiende lo que dice.
Por último, esa comprensión del texto debe quedar plasmada en el comentario con un breve resumen. Este resumen ha de estar redactado con las palabras propias de quien ha hecho la lectura, lo cual supone y exige un esfuerzo de apropiación personal del contenido de texto. En el ejercicio de comentario, el resumen constituye la primera parte y no debe ocupar mucho más del 25% de la extensión que tiene el texto (salvo excepciones).
2.2. Pregunta a la que responde el texto. Toda tesis que se defiende o expone es en realidad la respuesta a una pregunta previa provocada por nuestra curiosidad ante un tema que nos ocupa y nos preocupa. El texto que vamos a comentar obedece a la misma regla: intenta responder a una pregunta. Es importante que formules la pregunta a la que responde.
2.3. Pregunta que te plantea el texto. El siguiente paso en un comentario de texto es formular una pregunta en la que quede recogido el interés que ha suscitado en nosotros y nosotras la lectura del texto. Sobre un mismo texto son posibles preguntas diferentes, todas significativas, si bien es importante que la pregunta guarde estrecha relación con el contenido del texto. En el supuesto de que la pregunta se alejara de dicho contenido, será necesario justificar más adelante, en el comentario propiamente dicho, por qué es esa la pregunta relevante. Esta pregunta debe ser el eje o hilo conductor del diálogo que va a constituir el núcleo del comentario que hagamos a continuación; eso exige que la pregunta sea relevante, es decir, que tenga el suficiente interés como para poder elaborar una reflexión personal.
2.4. Comentario dialogado. Entramos ya en lo que propiamente constituye un comentario de texto; los tres apartados anteriores son meros preámbulos para iniciar el diálogo con el autor o autora y su texto. Es importante para hacer un buen comentario del texto seguir estas pautas:
-Claridad: a) Introducción y conclusión: es importante que el comentario esté bien constituido: una introducción y una conclusión claras que permitan ver lo que está defendiendo el alumno o alumna. b) Continuidad: debe haber una continuidad y progresión entre los diferentes párrafos y deben guardar alguna relación con el texto.
-Ideas personales: a) El comentario debe reflejar un punto de vista personal del alumno y de la alumna. b) Debe evitar recurrir exclusivamente a lo ya sabido sobre el tema planteado, o a lo dicho en clase sin una elaboración personal.
-Razonamiento: a) Pertenencia y relevancia: el comentario debe venir al caso, seguir el hilo conductor de la pregunta y plantear un tema importante respecto al texto. b) Argumentación. Tienen que quedar claras las razones que el alumno o alumna aporta para justificar su opinión. Tienen que ser variadas y suficientes, incluyendo algún contra-argumento.c) El comentario es, sobre todo, un diálogo con el autor o autora. Esto debe quedar reflejado en las referencias al autor o autora y su texto, con el que el alumno y la alumna polemizan, para estar de acuerdo o desacuerdo.
El peso debe recaer en la argumentación en la que basamos nuestro punto de vista. Debe ser, por tanto, una opinión personal expuesta con claridad y coherencia y debidamente argumentada.
3. UN EJEMPLO
EL CONSUMO. Recuerda que cuando hacemos un comentario de texto conviene tener presente que el objetivo es establecer un diálogo con el autor o autora del texto.
El texto: La creación de nuevas necesidades.
“En las sociedades occidentales y de modo más inverosímil en el llamado Tercer Mundo, el consumo ha pasado de ser una necesidad a constituirse en tiranía; cuando en la actualidad se habla de sociedad de consumo, o de civilización de consumo, se hace en ese sentido peyorativo de las organizaciones que fuerzan al individuo a consumir más allá de sus necesidades y, para mantenerse en la definición, se dice que crean necesidades de consumo por medios artificiales.
La cuestión tiene un aspecto económico-social y otro psicológico.
Es de suponer que un individuo con sus necesidades cubiertas suficientemente tendería a limitar su trabajo, lo cual provocaría la limitación de las ventas de mercancías, y con ello se resentirían los beneficios de la industria y el comercio.
La incitación al consumo tiende, pues, a evitar este estado de cosas, siendo una de sus armas principales la publicidad y otra la conversión de las mercancías estables en perecederas.
(Haro Tecglen, E. La sociedad de consumo. Barcelona. Salvat. 1973)
Lectura y comprensión del texto.
1.Haz un breve resumen del texto.
El resumen debe recoger objetivamente el contenido fundamental del texto. Tiene que estar redactado en estilo directo. No consiste en una copia de fragmentos del texto o en una paráfrasis del mismo. Según el tipo de texto, la extensión del resumen no ha de sobrepasar un 25%.
Sería lógico pensar que los individuos con las necesidades básicas cubiertas redujeran su tiempo de trabajo o, al menos, no lo aumentaran en caso de tener la posibilidad de hacerlo. Sin embargo, la sociedad de consumo no puede permitir que esto suceda, ya que implicaría una disminución del volumen de ventas de mercancías. Por eso se crean nuevas necesidades a fin de no detener el consumo.
Preguntas acerca del texto.
2. ¿A qué pregunta responde el texto?
Debe tener relación con lo que el autor o autora expone en el texto.
¿Cómo influye la sociedad de consumo en la dedicación al trabajo de los individuos?
3.¿Qué pregunta te plantea el texto?
Tiene que ser una pregunta que plantee alguno de los temas fundamentales del texto.
¿Por qué los individuos no limitan su tiempo de trabajo cuando ganan suficiente para vivir?
El comentario.
El comentario debe reflejar un punto de vista personal del alumno y de la alumna. Tiene que evitar recurrir exclusivamente a lo ya sabido sobre el tema planteado, o a lo dicho en clase sin una elaboración personal. Ha de recoger, por tanto, la opinión personal expuesta con claridad y coherencia y debidamente argumentada. Este podría ser un ejemplo.
Antes de responder esta pregunta, creo que es necesario precisar que no todas las personas de las sociedades occidentales, y mucho menos de las que viven en el llamado tercer mundo, se hallan en la situación de poder limitar su trabajo por tener sus necesidades cubiertas. En todas las partes del mundo hay personas que no logran satisfacer sus necesidades básicas, así como muchas otras que lo consiguen por trabajar muchas horas diarios y muchos días a la semana, encadenando varios trabajos a la vez, y dedicando la mayor parte del tiempo a su actividad remunerada. De modo que es necesario tener en cuenta que, al abordar la pregunta que tratamos de responder, no nos estamos refiriendo a estas personas, sino a aquellas que realmente tienen sus necesidades cubiertas, muchas más que las básicas, a pesar de lo cual no limitan su tiempo de trabajo.
El texto afirma que esto sucede por la influencia que tiene la sociedad basada en el consumo en la vida de las personas. La sociedad de consumo precisa que se consuma por encima de cierto nivel para seguir funcionando y por esta razón alienta de diversas formas a trabajar más para ganar más para gastar más.
Habitualmente se identifica la publicidad como la herramienta o el medio a través del cual la sociedad de consumo promueve el buen funcionamiento de este proceso. Sin embargo, quizá no sea la publicidad de este o aquel producto lo que lleva a muchas personas a trabajar para ganar más dinero y comprar más cosas, sino la creencia básica que toda publicidad transmite y que consiste en el convencimiento de que nuestra capacidad de vivir bien es directamente proporcional a nuestra capacidad de tener y adquirir cosas, experiencias, etc.
Por esta razón, si preguntáramos a una persona que satisface todas sus necesidades por qué no limita su tiempo de trabajo si tiene suficiente para vivir, esta podría responder que tiene suficiente para vivir, pero no para vivir bien.
La concepción de la vida buena se establece, por tanto, en relación con nuestro poder adquisitivo y parece que puede ser ilimitadamente mejorable: cuando más tienes, mejor vas a vivir, porque vas a poder tener más cosas, más seguridad y estabilidad, vas a poder viajar más lejos y disfrutar de un ocio más selecto y distinguido, etc.
Sin pretender ser exhaustivos, quizá sea esta creencia la que fomenta esa actitud y ese modo de vida del que habla el texto, en el que el consumo se tornó tiranía y el afán de trabajar cada vez más se convierte en la clave para que el sistema funcione.
(AA. VV. Filosofía 1 bachillerato. Editorial SM Savia. Madrid. 2015)